lunes, 16 de mayo de 2011

LA NAKBA PALESTINA (SUHAIL AKEL)

Los cuatro errores que inspiraron la Nakba palestina
Versión Español
The four errors that inspired the Palestinian Nakba
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Los Cuatro errores que inspiraron la Nakba palestina
Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)

Con palabras humedecida por la congoja. La fatídica Partición en 1947 y la caída de mi país en 1948, es el inexorable complot en el desgarro palestino que marcó a fuego el comienzo de la Nakba (Catástrofe) palestina. Su continuidad con la ocupación de 1967 y su extensión hasta la actualidad.

Como palestino, exilado a consecuencia del laudo de la comunidad internacional. Me resulta punzante que pasado 63 años de la creación de un estado ajeno a mi tierra sobre mi tierra y 44 años de la ocupación del resto de Palestina y de nuestra capital Jerusalén, con el ostracismo a cuesta, debamos someternos a mendigar al ocupante y al mundo un pedazo de nuestro milenario país.

En el crítico análisis. Cual fue el derecho jurídico internacional que se adjudicó la ONU para tomar semejante decisión el 29 de noviembre de 1947 de fragmentar nuestro solar palestino con una exigua cantidad de votos. Su anómala Partición, dividió a Palestina. De nuestra tierra. Otorgó para la creación de un Estado Judío, 15 mil Km2 para los irregularmente llegados 558 mil europeos judíos y los 705 mil palestinos originarios. El otro, Arabe, de  poco menos de 12,9 mil Km2, incluyendo Jerusalén, quedaría para los restantes 954 mil palestinos y 10 mil judíos. Estos últimos, parte histórica de nuestro pueblo como lo fueron los cristianos y musulmanes de Palestina, opuestos a un Estado judío. “Israel, no es un Estado Judío sino un Estado sionista” (Rabino Moshe Hirsh, Agrupación Rabínica Neturei Karta, Nueva York-1985).

En el altar de la prevaricación,  la ONU, no ignoraba las diferencias genéticas entre el palestino judío y el europeo judío. No desconocía que el 95,5 por ciento de los judíos en Palestina, ingresaron masivamente desde Europa y Rusia, durante el ocaso de la ocupación turca-otomana y el paraguas de la posterior ocupación británica. Tampoco ignoró  que el desprotegido pueblo palestino estaba sacudido por las persecuciones de los ocupantes y el terrorismo sionista de las primeras década del siglo pasado.

En su pacto con el error inducido. La ONU, consagró el destino horroroso de la Nakba, con cuatro grandes errores históricos. Incitada por los vericuetos políticos, su primer gran error fue: a) Violar el espíritu de su Carta Magna, refrendada entre abril y junio de 1945. En sus 19 capítulos y 111 artículos, no hay un párrafo en la que el alto organismo pueda arbitrar una partición territorial. b) Al inscribirlo como un Estado Árabe y no ‘Palestino’, extirpó de manera deliberada la antigua y preservada raíz palestina. Osadía asimilada con el vetusto deseo de la agencia sionista. “No hay nada que pueda llamarse palestinos, ellos no existen”. (Golda ‘Mabovitz’ Meir, terrorista sionista devenida a premier israelí-1969).

Con precaria solvencia, la ONU cometió su segundo error: Pese al incumplimiento de las resoluciones 181 (29/11/1947), 212 (19/11/1948) y 194 (11/12/1948) por parte del instaurado Estado; en su resolución 273 (11/5/1949), reconoció solamente al Estado de Israel, proclamado unilateralmente el 15 de mayo de 1948 con el 78 y no con el 55 por ciento asignado. Consecuencia. Por un lado, del terrorismo sionista que usurpó un 23 por ciento más, incluyendo el sector occidental de Jerusalén y por el otro, la efímera  guerra desatada por algunos países árabes, sin volumen militar, que terminó siendo servil a la expansión sionista con las firmas de los ‘habeas corpus’, que dieron finalmente lugar al reconocimiento.

La tediosa determinación de la ONU, soslayó y borró su diseño de dos estados decretados en la Partición, dando lugar al tercer error histórico: No reconocer en tiempo y forma al Estado Palestino (Arabe) y minimizar la tragedia de su pueblo a una mera cuestión de refugiados. En ese sentido. Se apresuró en establecer la Agencia de Ayuda y Trabajos para los Refugiados Palestinos en el Medio Oriente (UNRWA), en su resolución 302 (8/12/1949). Mientras, que su resolución 194 (11/12/1948), exigió, sin éxito, el retorno de los refugiados palestinos.

Mordazmente embretada por el Estado nacido de su probeta y luego de la ocupación total de Palestina y su capital Jerusalén en 1967. Sin capacidad de reacción e interacción. Sin tonelaje para devolver el Estado Palestino a su pueblo y con su gnosis estallada, la ONU, cometió su cuarto error histórico: Lejos de erigir jurídicamente en base de su resolución el Estado faltante, intentó calmar, lavar y salir indemne de lo acontecido. En sesión especial, rozando lo irónico, aprobó la resolución 32/40-B (2/12/1977), considerando al 29N (día de la Partición), como Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Embrollando con un día de solidaridad, la infausta Partición y usurpación de nuestra patria. El complot quedó plasmado. La Nakba continuó con su vía crucis. 

En la búsqueda de los hechos inexcusables. Es necesario la revisión y el estudio de la irregularidad del derecho internacional en la Partición de Palestina y hasta donde llega la legalidad de Israel, creado sin base jurídica sobre la destrucción de la identidad y la propiedad palestina. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU (10/12/1948), en dos de sus 30 artículos, denostó esa precariedad jurídica de la Partición. “Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad” (Art.17.2). Mientras. “A nadie se le privará arbitrariamente de su nacionalidad” (Art. 15.2).

Convidados de piedras en el deshuese de nuestro destino. Los lobby económicos, chantajes políticos, presiones y capacidad de auto victimizarse los europeos-sionistas con la fuerza del terror se hicieron de nuestro futuro. “Palestina deberá dejar de ser un país árabe…una Palestina como Estado judío…una Palestina judía, pero nada más que judía”. (“Sionismo de Estado”, Zeev V. Jabotinsky, 1936).

Con las frustraciones de generaciones. En este 15 de mayo, cerré y abrí mis ojos y el escenario del ’48, es el actual. El terrorismo sionista de la época se multiplicó con el presente terrorismo de estado israelí. El sabor del exilio languidecido en campos de refugiados, se agudizó. Las persecuciones, muertes, secuestros, demolición de casas, destrucción de campos, usurpación de tierras y limpieza étnica, son similares, con el agravante de los muros de apartheid, los ilegales asentamientos y la prohibición del retorno de millones de refugiados. Victimas de resoluciones jurídicamente ilegales que deglutieron nuestras raíces, con silencios informáticos, camuflaje de nuestros sentimientos y voluntades conspirativas, nos arrastraron a un lastimoso holocausto y a una dolorosa Nakba de más de seis décadas.

Aturdidos como esclavos. No bastan las palabras, la solidaridad, los apoyos y los reconocimientos. Nos falta la acción contundente de las Naciones Unidas, principal responsable de nuestra Nakba, para poner fin a la ocupación y restituir el Estado de Palestina con Jerusalén capital, como lo fue históricamente.

Una Palestina donde los cristianos, judíos y musulmanes supimos compartir un mismo solar sagrado y resistimos a las ocupaciones de turno. Como se resiste a la actual violenta potencia ocupante sionista, que no solo pone en riesgo a nuestro pueblo, sino a su propio pueblo israelí, manteniéndolo agitado y en pie de guerra durante estos dolorosos sesenta y tres años, que ellos, con argumentos colonialistas mal llaman ‘independencia’ y para nosotros es la Nakba. 

(*) Fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina

http://www.usiraqprocon.org/images/space.gifhttp://www.usiraqprocon.org/images/space.gif© CopyrightSuhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

miércoles, 4 de mayo de 2011

LA SEMILLA DEL MAL

LA SEMILLA DEL MAL
Por Carlos Juma
La conducta de Bin Laden no es un ejemplo de santidad,  antes al contrario.
Ha sustentado su obra en el apoyo económico de los más desgraciados y desfavorecidos del mundo árabe islámico. Ha repartido dinero, ayudas materiales y becas de estudio para atraer hacia sí y sus planteamientos a la juventud horrorizada de su propia miseria y de su esclavitud por los poderes dictatoriales para llevarlos contra el  imperio del mal, según sus palabras.

No es ni fue Bin Laden personaje adscrito ala Causa Palestina; él se autoproclamó defensor de los palestinos,- que nadie le pidió que lo hiciera-, y que los propios palestinos deploramos, hartos de tanto padrino que solo nos han llevado a que el mundo haga de nuestra legítima Causa un expediente de terrorismo.
La vida es lo que nunca se debe arrodillar y la muerte por orden del comandante en Jefe de USA, es simple y llanamente un asesinato, un homicidio, una ejecución sumarísima. La ley, absoluta y rigurosamente necesaria para convivir entre humanos, no se debe interpretar al albur de quién la usa con total impunidad.
Este siniestro personaje debió ser llevado ante Tribunales de Justicia Internacional y asesinada su libertad para los restos de su vida. Pero cabe entender este finiquito desde la óptica del estado de guerra permanente contra el terrorismo, y ya se sabe que la gloria del soldado es morir en el combate.

Me ha tocado vivir el asesinato de Sadat, de Rabin, de Arafat, y la no vida no muerte de  Sharon (por la orden de retirada de Gaza), todos ellos, a los que se les llama  Premios Nobel, terroristas o valerosos soldados, según y cómo.
En Oriente Medio el que se acerca a la Paz se arrima al abismo de la muerte violenta.

Este Bin Laden es un sujeto que actuó para los Estados Unidos que a posteriori lo convirtió en su enemigo acérrimo. Recuerda a Saddam Hussein; nos interesan los dictadores según y cómo. Y la saudí familia Bin Laden, según y cómo, ¿verdad señor Bush padre, hijo y espíritu petrolero? Hipocresía pura.

Las moscas acuden  rápidamente a los panales de rica miel. Los cadáveres se llenan de moscas rápidamente y mucho me temo que de este putrefacto pastel se van a nutrir millones de moscas.

Y si alguien piensa que descabezando Al Qaeda se acaba el terrorismo ojala sea así pero mucho me temo que, sabiendo la estructura piramidal sobre la que asienta el terrorismo, “muerto el perro”, en este caso,  “no se acaba la rabia”.

Creo que en el mundo islámico,  que no deberá confundirse con el mundo árabe  percibirá de manera dispar la “eliminación” de este autor de la masacre de las Torres Gemelas y conviene recordar, sólo por aquello de palestinos igual  a terroristas, que los dedos acusadores de aquella horripilante acción señalaron a  los palestinos como autores de semejante masacre. En Palestina no tenemos nada que agradecer a este sujeto y les recuerdo que el cooperante italiano asesinado en Gaza lo ha sido a manos de miembros del Al Qaeda cuyo jefe esté encarcelado por el Hamas y que nunca se aceptó el canje por el Movimiento de Resistencia Islámica. La vida la perdió el inocente.

Lejos de alegrarme de la noticia de su ejecución me estremece pensar en las consecuencias a corto, medio y largo plazo. Sobre este mezquino y cruel personaje pende la responsabilidad de las Torres Gemelas, del atentado de Bali, Madrid, Londres y sabrá Dios cuantas vidas sesgadas mientras enarbolaban la bandera del Islam.

Cuidemos el lenguaje y no confundamos que ni todos los árabes son musulmanes ni todos los musulmanes son árabes. No nos sintamos orgullosos de la ejecución de este asesino ni veamos en una tez aceitunada un terrorista. El Islam es sumisión a Dios y condena la violencia; no generalicemos.

Arrancar de raíz del mundo árabe el espíritu del Corán para implantar una Democracia entendida a la Occidental es un asunto que va para largo, es un salto de la Edad Media a la Contemporánea sin  paracaídas por más apoyos que se le quieran brindar.

Rechazo absolutamente cualquier forma de terrorismo y si cabe aún más, aquel que toma el nombre del Supremo Bien, para sesgar la vida de un tajo en la garganta. Ni que decir tiene que rechazo frontalmente la ejecución de Bin Laden y que nadie, consecuentemente con mi pensamiento, tiene el derecho a poner de rodillas la Vida.
Lo que nace por la violencia solo se mantiene por la violencia.

La solución está en el estudio y transformación de las causas que llevan a estos sujetos a actuar de manera tan humillante y sangrante.

Osama Bin Laden fue un asesino, el autor de firmas de miles de sentencias de muerte pero la muerte es el “exitus laetalis” es la salida letal “la salida” para limitar con el infinito y ser totalmente libre; menudo favor Sr. Obama. Ha ganado usted miles de votos. Ha aprovechado bien el momento de las revueltas árabes para liquidar a Bin Laden, bien planeado y ejecutado en tiempo y espacio. Queda saber como crecerá la semilla del mal una vez enterrada.

Médico Neurólogo
Ex Presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias

PALESTINA