sábado, 12 de septiembre de 2015

PALESTINA INOLVIDABLEMENTE


Palestina inolvidablemente
por Carlos Juma (*)

En el sexto aniversario de la desaparición física de Arafat cabe reflexionar en los mismos términos que en el aquel once de noviembre de 2004.

La voluntad decidida de los palestinos de luchar por sus derechos claramente expresados y respaldados por la inútil pero única organización internacional que responde a las siglas O.N.U. persiste de manera continua a pesar,  y no a causa de la muerte por envenenamiento de Arafat.

Intentaron por todos los medios a su alcance, incluido el terrorismo de estado, liquidar el símbolo del pueblo palestino, pero más pudo la asistencia cómplice de la traición sumada a  las perversas y asesinas manos que le llevaron a su final físico.

Liquidaron a un Nobel de la Paz, Rabín, a manos de los propios judíos y asesinaron vilmente al otro, Arafat, ambos encadenados en la idea de la paz de los valientes.

Y así, deslegitimando la laicidad de la revolución palestina y dejándola en manos de extremismos religiosos, el asunto va de mal en peor, como no podía ser de otra manera.

Obsérvese como hemos hecho una transición amparada en gobiernos legítima y democráticamente elegidos absolutamente dirigida hacia los  fines execrables.

Me da exactamente igual quienes sean las víctimas; que alguien me diga de que color es la sangre de judíos o de palestinos y por medio de qué método vamos a llevar a cabo la distinción. Vida y Libertad son principios sagrados que jamás deben arrodillarse.

Mientras persista el agravio constante del sionismo que debió desaparecer el mismo día en que alcanzaron el objetivo de implantar un estado por y para los judíos, por la graciosa concesión y ridícula malversación de las palabras testamentarias que mezclan el culo con las témporas, la religión con la política, habrá una resistencia legítima, desigual, en inferioridad de condiciones, humillada constantemente y diana del hazmerreír del consejo de seguridad de la ONU.
La eterna culpabilización de la víctima y las plañideras judías en sus extensos y amplias zonas de poder

No habrá paz jamás en Palestina mientras la ecuación no se resuelva al amparo de la única esperanza de nuestro pueblo: LA JUSTICIA.

Mi edad es justo la medida de los años de la desgracia de los palestinos y la llevaré hasta el fin de mis días haciendo de cada día un himno a la resistencia, a la búsqueda inagotable de la Justicia y por ende de una Paz simétrica.

Mientras exista un niño que no pueda jugar, ni soñar, huérfano de sus asesinados padres a manos de los que proclaman su victoria pisando con sus botas el cadáver de un palestino como pieza de cacería abatida, no me llamen para estrechar la mano de quién tiene permanentemente el puño cerrado.
Es un asunto basado en la dignidad del pueblo que tuve el honor de representar y servir.

Mi querido Arafat, mi amada Palestina, hijos de mi otra patria que comparten conmigo la españolidad de nuestra cuna, sigamos adelante, cada cual en su trabajo y quehacer diario con la palestinidad que pretenden borrar de nuestras almas el encarzinado sionismo.

¿Palestinos? ¿que son palestinos? Dijo Golda Meir.

Palestino soy yo, 63 años después, palestino es mi otro pueblo que soporta una ocupación eterna.
No está en manos de los sionistas nuestra desaparición ni de los nuestros que se venden por un plato de lentejas. No tienen  ni tendrán jamás poder alguno por simple regla genética, la Ley de Hardy y Weimberg,  que nos haga desaparecer.
El fin no depende de nuestros enemigos, depende exclusivamente de nosotros. De renegar de nuestra sangre y raíces. No es cuestión de vencedores y vencidos, es simple y llanamente un elemental sentido de la Justicia.
Hace cinco años me despedí de la presidencia de la Comunidad Palestina en Canarias y hace seis años que despedimos a Arafat.

Para él mi memoria viva y para los palestinos que nacimos en Canarias la roca viva con la inscripción “Palestina vive en Canarias”, y el olivo que crece lenta pero vigorosamente como símbolo de Paz a la gente de buena voluntad en la cima de la Montaña de Arucas, vigía de los cuatro puntos cardinales.

Ex-Presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias

Sáhara y Palestina, unidad de destino

canarias ahora


PALESTINA ERA Y ES

                                               Sáhara y Palestina, unidad de destino

                                                           Por Carlos Juma(*)

No es de extrañar que tres osados periodistas, de raza, como Angels Barceló, Nico Castellano y Ángel Cabrera, de la Cadena Ser,  hayan tomado la decisión de pasar olímpicamente por las rutas que conducen al  Aiun y plantarse allí para informar de la sangrienta situación por la que atraviesa la población saharauí. Su trabajo les honra.
Por boca de la propia Barceló nadie le puso el menor impedimento para llegar a su destino pero no tardaron  nada los miembros de seguridad marroquí en ir al hotel en el que se hospedaban para llamarlos a declarar en comisaría de policía, llevando consigo las maletas y pertenencias.

Cuatro horas en comisaría, sentaditos, con agua y un café por persona a  espera de que llegara el elefante blanco para hacerles algunas preguntas. En la sala había un “tualet”.
Evidente que no hubo preguntas sino que se les expulsó por la acreditada peligrosidad demostrada hacia el reino de Marruecos y la alteración de orden público que suponía la presencia de los tres periodistas.
En consecuencia, traslado al aeropuerto y desde allí a Gran Canaria.

La notoriedad del periodismo en cualquier problema, y a pesar de que algún pseudo profesor de ética afirme que el periodista no es notario de la actualidad, debe ser que es tan evidente que la presencia del periodismo pone de los nervios a la parte criminal de un conflicto que, si tiene en las manos el poder, que no la autoridad, de impedir su trabajo, de manera inmediata pone en marcha el tinglado para expulsarlos del lugar del conflicto.

Los judíos sionistas en Israel son maestros en este arte y de ellos aprenden todos los regímenes dictatoriales que encubren en sus miserias los actos criminales que le son consustanciales. Asesores judíos tiene el monarca, gracias a la católica expulsión de árabes y judíos de nuestra España Imperial.

La que se avecina con el vecino es un futuro que ya está escrito en las páginas sangrientas de Oriente Medio y no hay nada nuevo que descubrir.

La acción de Marruecos es en todo equiparable a la de la entidad sionista de Israel.
Aquí hay una “democracia” (de chiste, vamos) igual que allí (“pícamelo menúo”). Demos gracias a Dios. Aquí manda un descendiente de Ali, sobrino del  Profeta Muhammad (q.l.p.s.s.e.) y allí un gobierno cogido por las entrepiernas por radicales judíos  maestros en el arte de darse leñazos contra un muro.
Aquí hay intereses muy poderosos como para dejarlos en manos del, según los ocupantes,  analfabeto pueblo ocupado, petróleo, gas, fosfatos, pesquerías….. y allá un enano desafiante que vigile la barbarie árabe y asuma el control de toda la zona para que podamos gozar de las ventajas de exterminar los combustibles fósiles en nuestro cochecito, leré, leré.
Allí, judíos sionistas, colonizadores, masacran a la población civil, la criminalizan  y la hacen responsable de cualquier alteración de su orden público, suyo de ellos,  como por ejemplo la defensa de la vida y libertad y sus legítimos y reconocidos derechos de soberanía sobre su propio territorio.
La actuación de los colonos es en todo equiparable en uno  y otro lugar.

Y en ambos conflictos, los ocupantes aseguran intereses de terceros y se aseguran a si mismos largos períodos de reinado dictatorial, con fórmulas aparentemente democráticas pero que no otra  cosa que la máscara de unos carnavales sangrientos.

Aquí se paga el peaje del freno del extremismo y terrorismo islamista, cuestión a dilucidar por los resultados (ataque a la casa de España, oh casualidad), y los tocamientos impúdicos de bolas a los que responde cierto sector de la sociedad española empeñada en hacer ensaladas con mucho perejil. Enseñan los colmillos y entreabren la puerta por si a España se le ocurre actuar con un par de cojinetes.

Aquí se nos llena la boca alegando la defensa de las libertades saharauis y sus derechos mientras nuestro gobierno le vende armas a Marruecos y a la entidad sionista, ambas especialistas en masacrar civiles y aterrorizar a la población sometida a ocupación.

Aquí todo lo que sea contrario a la actuación del rey del baloncesto, tocabolas, es una agresión a la legalidad vigente y para Palestina todo cuanto haga la entidad sionista está ajustado a la ley, ¿qué ley,  pregunto yo?

Aquí la potencia administradora se lava las manos tal cual lo hizo en 1947 la Gran Bretaña en Palestina y dejó abandonado a su suerte a los palestinos. Para lavar conciencia se crea un organismo de la ONU , la UNRWA, para ayudar a los refugiados.
En el Sáhara, España se manda mudar, aunque administrativamente mantiene sus responsabilidades con territorio y población,- aquella entrañable provincia de Africa, que diría Franco-, y la ONU se refresca la hipocresía con la MINURSO.

El derecho internacional se lo pasan por el forro de las entretelas, unos y otros, España, Estados Unidos, Francia,-adalid marroquí al que vuelven la  mirada y piden su amparo-, y demás miembros de este cuerpo serrano, jamón de pata negra que se sirve en la mesa de los poderosos. Migajas para los desgraciados.
A fin de cuentas, hay dos mundos.
Uno que aplasta y otro que trata de no ser aplastado.
Contra el que agrede está reconocido el derecho de la legítima defensa, y todo lo demás es bobería.
Las consecuencias de tirar piedras a los tanques son muy conocidas y habrá que atenerse a las mismas. Negociar sobre cadáveres lejos de la tierra en conflicto es un ejercicio más de la hipocresía del mundo que aplasta y sus cómplices.
“Quién comprende una mirada no necesita una larga explicación” (proverbio árabe).
¿Has visto los ojos de los niños saharauis y palestinos? Entonces para que más.



Ex Presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias


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De Zapatero a Rajoy.....


De Zapatero a Rajoy paseando por el Mercado
(de riñones y bancos)
Por Carlos Juma



La codicia, la infravaloración del capital humano, la muerte de las relaciones interpersonales, la cuenta de resultados, el cumplimiento de objetivos bancarios, poseer y dejar de ser, son entre otras muchas,  las variables que han dado al traste con el sistema del que abdico pero con el que no me queda otra que convivir.

No ha nacido aún el gobernante que tenga los suficientes cataplines para coger a los banqueros por el cogote.

Hay mecanismos pero ese factor invisible que se llama MERCADO, un fuerte hijo de madre desconocida, al que se apela cuando no hay valentía para estrangular a quienes teniendo nombre y apellidos estrangulan la maltrecha economía familiar es el invisible REY del momento que vivimos; ¿alguien me puede decir dónde vive MERCADO?

¿A que espera éste o cualquier otro gobierno para generar una ley de retribuciones para altos cargos bancarios? ¿El dinero es de quién? ¿Quién es el depositante, quién ha sudado la camiseta?

Es fantástico el paralelismo de los bancos con los riñones que me enseñaron mis maestros en el arte de la Medicina; “los riñones son tal que los bancos” si no hay liquido los riñones no hacen su trabajo de filtración y mueren en un estrepitoso fracaso. No se apropian de nada, lo importante lo revierten, lo dañino lo expulsan. Ahora cabría decir: “los bancos deberían ser tal que los riñones”.

Si el sistema financiero no da créditos fracasa  porque no debe ser almacén sino una vía fluida de ingresos y préstamos, ganando el interés no usurero de su gestión pero nunca más allá.

En resumen, que o abren el grifo de los créditos o se van a tener que tragar lo que tienen y nos mandan al garete a todos, a ellos mismos  y a nosotros.

El problema a fin de cuentas es el resultado de un par de riñones financieros que son una basura: no hay otra solución que un trasplante o nos vamos al temible fracaso multiorgánico.

El cirujano da “zapatazos” y se está cortando los dedos con el bisturí y el bocazas de “tío sopas” alababa a Irlanda como modélica. ¡Pues si que viene bien el repuesto!

Prefiero quedarme como estoy; es una simple cuestión: “nada hay mal que no sea susceptible de empeorar”. Los chorizos financieros a las charcuterías de rejas y los despiadados empresarios beban de su propia hiel. Y que se arbitren medidas para que los que no cumplen con su trabajo, funcionarios o no, pasen al cementerio de los elefantes.
Respétese al buen empresario y al buen trabajador; si falta dinero tómelo de donde hay pero no cargue cruces sobre espaldas rotas por tantos años de trabajo y ahorro.

La voracidad fiscal es un hecho pero sus colmillos se deben dirigir a los bancos y cajas antes de que se nos ocurra meter los dineros en el colchón.

Habría que peguntar también que para que quería usted dos o tres casas, por qué se ha endeudado la gente; los bancos y cajas ofrecieron manzanas cual serpientes y las gentes creyeron ser los reyes de las ganancias rápidas.

ADIÓS PARAÍSO, ADIÓS, te pudo el canto de sirena y desechaste los cimientos heredados del trabajo honesto y te has tirado los "peos (canarismo sonoro) más altos que el recto proceder".

Aún a pesar de todo el inocente sigue siendo además el totorota del especulador que tragó el anzuelo, compró lo que no debía, y lo mismo que se suben seis escalones también se bajan con igual rapidez, pues dígase al fin, quién es el padre y la madre del dinero. También ellos fueron devorados por los bancos y cajas y de los recursos de todos se tuvo que alimentar el lobo feroz.

Estos riñones son una basura y no queda otra que crear un nuevo modelo financiero o regenerar valores humanos.

Conviene al sistema financiero dejar de estafar a sus clientes, abrir la cremallera, extraer esa pequeña cosa que les queda y mear lo único que deberían tener: dinero, el dinero de todos para generar empleos o emplearlo en investigación. De garante el Estado, ¿quién mejor que el? Si lo ha sido de estos bancos multiorgasmáticos por qué no de los ciudadanos,  de Fundaciones, Universidades?
¿O es que definitivamente el Estado no cree en sus propias criaturas y solamente en los lobos feroces?
Anda Caperucita Roja vete al barranco a lavarte el trijuelo que viene el lobo feroz.

SI YO FUERA DEL PSOE

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LA PLATANARIA
Si yo fuera del PSOE
Por Carlos Juma
Si yo fuera militante socialista  sentiría repugnancia por los corruptos de este partido y lucharía para que nadie mancillara su nombre. Los que se han hecho con parcelas de poder y de dinero, no importa el tamaño, les haría rendir cuentas céntimo a céntimo.
Si lo fuera, de sonora patada  pondría ante la Justicia a todo aquel del que tuviera conocimiento cierto de conductas delictuosas.
Si se diera ese supuesto lucharía con todas mis fueras para que la verdad, libertad y justicia fueran atributos  irrenunciables y consustanciales a ese partido.
Si yo fuera militante socialista vigilaría muy de cerca a los que en aparente sordomudez actúan de una manera absolutamente despótica para que su triunfo fuera el descenso de los escalones que han aprendido a subir.
Si yo fuera militante socialista no permitiría que a su vera vampiricen  las arcas públicas partidos liderados por floreros con o sin bigotes. Tampoco que hicieran de los tambores electorales, redoble.
Si lo fuera impediría a toda costa en el esencial ejercicio del poder conferido como ministro  que  haya denuncias, querellas y demás majaderías con soportes documentales “casi seguros” y que los Juzgados se convirtieran en salchicherías  donde como suele ocurrir, los chorizos son más grandes que el pan y saben más latín que los abogados.
Y si lo fuera o fuese y en estado de coma no dejaría de levantar el ánimo para luchar por mis ideas y conseguir las máximas cotas de poder limpiamente.
No me fijaría tanto en lo que hacen los demás, allá ellos con su turrón, sino en criticar las actuaciones de las personas que militan en esta formación política.

Si lo fuera no abandonaría la nave en estos momentos y menos aún dejaría de acudir a las urnas para castigar a los que han gobernado al amparo de sus siglas. La abstención electoral  no es un castigo a los propios sino fruta madura para los adversarios.

Si lo fuera, rompería el principio de la acción basado en el TUMÁS, cargue cada cual con sus errores y me iría a mi casa sin soltar putrefactas frases.
Si lo fuera, buscaría los modales, educación y cortesía a las que se supone hemos llegado con la madurez de la democracia española.
Si lo fuera, no permitiría que el uso del poder me convierta en un mentiroso necesario. La verdad siempre dura un instante más.
Si lo fuera no haría de la decepción mi bandera y de la silla la mortaja de mis ideas.
Si lo fuera admitiría que ese partido político tiene seguramente menos caminos con sangre oscura que corazones limpios, sangre roja y corazones posicionados a la izquierda.
Si  lo fuera comenzaría a reflexionar seriamente que estamos en una época en que el pragmatismo es preferente sin tener que abdicar de mis ideas.
Si lo fuera trataría de que convencer a mis compañeros que las ideas fijas están sólo en las mentes atadas por un trastorno obsesivo.
Si lo fuera no dejaría que el abatimiento y cansancio hicieran mella en mi alma, antes al contrario, invitaría a luchar con viento en contra siendo persistente en mis ideas sin que éstas  deban ser de perfiles rumiantes. No hay que ser ni convicto ni confeso; eso lo dejo para los que han cometido acciones punitivas, al socaire que diría el rey de los sombreros de los “avatares de la vida”. La ideación convicta y confesa no debe estar en un cerebro con capacidad de crítica y razonamiento.
Si yo fuera militante socialista no abdicaría de mi militancia sino que desde esa plataforma lucharía por el bien común de mis conciudadanos y admitiría sin ningún género de dudas que “la razón es un a sartén de doble mango”.
Si lo fuera no permitiría que quién sea vencedor nato se le mande a Siberia.
Si fuera militante socialista prepararía mis maletas para esta etapa en que priman nuevos desafíos. Antes socialistas que marxistas, ¿y ahora qué? Pues lo que toca, hay que navegar con fuerza y decisión  con el viento en contra y la mitad de la marinería haciendo agujeros en el casco.
Mañana la segunda entrega: si yo fuera del PP.
Queden absolutamente claros mi libertad de criterio e independencia de cualquier “sigla por los siglos”, amén.

Si yo fuera del PP


CanariasAhora.es

LA PLATANARIA

Si yo fuera del PP
Por Carlos Juma
Si yo fuera militante del PP  sentiría repugnancia por los corruptos de este partido y lucharía para que nadie mancillara su nombre. Los que se han hecho con parcelas de poder y de dinero, no importa el tamaño, les haría rendir cuentas céntimo a céntimo.
Si lo fuera, de sonora patada  pondría ante la Justicia a todo aquel del que tuviera conocimiento cierto de conductas delictuosas.
Si se diera ese supuesto lucharía con todas mis fueras para que la verdad, libertad y justicia fueran atributos  irrenunciables y consustanciales a ese partido.
Si yo fuera militante del PP vigilaría muy de cerca a los que en aparente sordomudez actúan de una manera absolutamente despótica, sátrapas de sus satrapías.

Si yo fuera militante del PP no permitiría que a su vera vampiricen  las arcas públicas partidos liderados por floreros con o sin bigotes ni sujeto alguno al amparo de las siglas.

Si lo fuera impediría a toda costa en el esencial ejercicio de la responsabilidad  que  haya denuncias, querellas y demás majaderías con soportes documentales “casi seguros” y que los Juzgados se convirtieran en salchicherías  donde como suele ocurrir, los chorizos son más grandes que el pan y saben más latín que los abogados.

Si lo fuera, rompería el principio de la acción basado en el TUMÁS, cargue cada cual con sus errores y me iría a mi casa sin soltar putrefactas frases.

Si lo fuera, no permitiría que mis compañeros conjugaran el verbo mentir de todas las formas posibles y que los sustantivos confianza y credibilidad no sea la opinión de “TODOS LOS ESPAÑOLES” sino de representación propia.

Si lo fuera, no permitiría que el uso del poder me convierta en un mentiroso necesario. La verdad siempre dura un instante más.

Si lo fuera no permitiría que alguien proclamara que “se van a tener que tragar una bandera enarbolada en un poste de  360.000 euros”.

Si lo fuera trataría de convencer a mis compañeros que las ideas fijas están sólo en las mentes atadas por un trastorno obsesivo, con ejemplares únicos de esta especie en las platanarias islas.

Si lo fuera les recordaría que también Hitler alcanzó el poder por los votos. Y la metodología no otorga fundamento para actuar dictatorialmente.

Si lo fuera criticaría abiertamente  los “posados” ante el parlamento de Justicia de España (CGJE). No permitiría que se confundiera Lealtad con Fidelidad.

Y como no hay dos sin tres me ahorro el tercero porque como verá el sagaz lector si yo fuera del PSOE o del PP lo mismo digo de Juana que de la hermana.

Esta es la diferencia entre el PSOE y el PP: ninguna salvo matices y esta es una de las tantas razones del llamado desafecto a los políticos y a sus siglas que, en líneas generales, han puesto de rodillas,  una vez que ambas formaciones han tocado poder.
En definitiva, la erótica del poder es mayor que la del sexo, atrae, subyuga, esclaviza y refuerza la conducta de tal manera que tiene mayor capacidad de atar que las llamadas drogas adictivas.
Desde mi Libertad e Independiencia que ni PSOE ni PP que ni lo soy ni lo quiero ser, vayamos a tonterías.
Las dos Españas ahora son diecisiete y dónde antes había cincuenta tiburones ahora hay cinco mil pescadilas. Mercaderías, oye.
¿Y que se dirá del Partido de la Abstención?

miércoles, 2 de septiembre de 2015

YA HABIB ELBI!


DE AQUÍ DE ALLÁ





Ya Habib elbi!



La insensata estupidez de buscar soluciones para hacer callar al perro que ladra, pasa por ladrar más alto.



Las dictaduras, ora en Oriente Medio ora en África o en cualquier lugar que se vista de ropajes de alta clase, de uniforme militar o de democrática etiqueta de civil, cometen asesinatos cuyos calificativos no están en el repertorio de la Real Academia de la Lengua Española.



Asesinar proclamando la legitimidad de una guerra, con el diseño de un triunvirato de las Azores o llevando el sello de la guadaña de la muerte violenta para quitar a un sátrapa colocando a otro peor, es una gravísima muestra de la inquebrantable voluntad maléfica del ser humano.



Con la misma contundencia e irreductible voluntad de encararme a los autores que dibujaron fronteras o con aquellos que castigan a poblaciones enteras doblando sus rodillas y llevan vidas enteras a vertederos de sangre, elevo mi voz para gritar una vez más que no es este el camino.
No entienden nada acerca del mundo árabe,- o no quieren entender-, los que han diseñado una Primavera de democracia para unos pueblos que tienen sus propias reglas de juego, que tienen su "tempo". La letra, con sangre, no entra.



Y no tiene fin esta sucesión inmisericorde de clavar las rodillas en el suelo para que ruede una cabeza degollada o para que un pequeñuelo permanezca mecido en las olas del vasto mar besando la orilla de una playa llamada Libertad.



El sentimiento de piedad yace hundido en los más profundos rincones y no emerge ni acerca al ser humano a la conmiseración.



No merece la pena entrar en lamentables detalles ni que países son los más o menos castigados. Toda la conquista ha sido a sangre y fuego. El resultado de guerras salvadoras y de primaveras de sangre no puede ser otro que el que estamos viviendo. Es el principio de acción y de reacción.



Y los perseguidos por la muerte que claman ayuda se encuentran puertas cerradas y barreras de acero. Desatendidos de su sufrimiento, los explotadores de los recursos naturales de aquellos pueblos, no sólo no devuelven cuanto han robado sino que además les dejan en manos de la miseria extrema.



¿Con qué mirada habrá que atravesar a los hermanos árabes opulentos que no ofrecen si un solo grano de arena de sus desiertos? No están exentos de culpa.

¿A dónde irán los saqueados, los paupérrimos, los hambrientos, los agonizantes? ¿Pretendemos que se muden de planeta? ¿Qué no haría cualquiera en situación de hambre y sed, desprovisto de los más elementales derechos humanos? Huir de la muerte, buscar la vida.



La dejación de cualquier obligación respecto a situaciones que han sido implementadas por el patético y nauseabundo mundo de los hipócritas valores es el pan de cada día. No podemos ni debemos permanecer en el silencio complaciente y complacido ni en pavorosa mudez.



Y así, asistimos, entre el espanto y la parálisis a la visión,-que ojalá fuera una alucinación visual-, de un pequeño niño cuyos labios besan la arena y sus manitas inertes se flexionan en el rictus de la muerte. Las olas de la orilla mecen su cuerpo y su espalda mojada reclama la vida que, entre todos, le hemos arrebatado.



Ya habib elbi!, ¡Niño de mi corazón!
¿Habré de rogar a Dios una y otra vez?
Lo haré una y mil veces:
-¡Díos mío, haz algo!
-Te he hecho a ti, dijo la Voz.
La respuesta está invariablemente en nuestras manos.









PALESTINA