Desde mi alma palestina, gracias Sr. Saramago
Por Carlos Juma (*)
Los centenares de líneas que hoy lloran a D. José Saramago, de sobrenombre próximo a la canariedad de origen lusitana, tendrían que recordar su encuentro y compromiso permanente con los desfavorecidos, su ideario de hombre firme y sin tragaderas, duramente criticado por sus más acérrimos enemigos, éstos de raigambre cavernícola, y no pasar por alto la trascendencia que tuvo su encuentro con otro Premio Nobel, aunque les pese, y líder de la Causa Palestina, Yasser Arafat.
Se ningunea aquel encuentro del 30 de marzo de 2002 en la Muqata (Ramallah) en el repaso de su vida. Y no es involuntario, no. La etiología es conocida.
Unos lo vamos a recordar por su inexcusable, y firme posición ideológica, por la transmisión de la palabra escrita, y otros intentarán borrar sus pasos martilleando sus letras con el más rancio y nauseabundo posicionamiento pseudo evangélico, anticomunista y calificando su pensamiento de brutal e inmoral.
No tuvo el menor reparo en proclamar que “Palestina es como Auschwitz” en aquel encuentro con Abu Ammar. Denunció el genocidio palestino a manos de los llamados hijos del Holocausto.
Estuvo a nuestro lado y fue un valedor de los derechos de los desheredados. Guardo en mis mejores recuerdos su voz en aquel abril de 2002.
Por su conducta consecuente y espíritu libre, por su demostrado cariño hacia los palestinos, gracias Sr. Saramago.
Descanse en la paz de su propio pensamiento con la corona palestina de la gratitud más encendida.
Ex presidente y cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias
Las Palmas de Gran Canaria, a 18 de junio de 2010
