Érase una vez una octogenaria, un golfo y su letrado cómplice; y dos herederos, uno de ellos incapacitado judicialmente.
Resumen de la historia..
De una segunda boda espuria y el muñidor queda gratificado con un albaceazgo.
Los ojos se le abrieron como platos en cuanto observó que la señora le designaba albacea, comisario, contador y partidor. Vamos, un apoderado general en toda regla para actuar liberrimamente después de su muerte.
Resumen de la historia..
De una segunda boda espuria y el muñidor queda gratificado con un albaceazgo.
Los ojos se le abrieron como platos en cuanto observó que la señora le designaba albacea, comisario, contador y partidor. Vamos, un apoderado general en toda regla para actuar liberrimamente después de su muerte.
El
patrimonio relicto era tan sumamente importante que, haciendo sus
propios números, se iba a convertir en razón de la suma a cobrar,
en un heredero más. La presencia de un incapacitado le obligaba a
considerar el requerimiento obligatorio del tutor para inventariar
los bienes amén de la autorización judicial preceptiva.
Sin
embargo, la codicia y la soberbia hicieron presa en aquel que,
debiendo observar la conducta de un diligente padre de familia,
mostraría su verdadera faz de perseguidor de dineros y saqueador de
patrimonios.
Por
si fuera poco, el designado albacea plenipotenciario era, ni más ni
menos, que un abogado en ejercicio, con lo cual, y dada su
experiencia, era imposible desconocer los perfiles prohibitivos e
imperativos que marca la ley sobre los menores e incapaces y la asignación de capital en pleno dominio al viudo, sin conocimiento ni consentimiento de los herederos..
Hasta
tal punto le pudo la ceguera de la ambición que no hizo constar la
condición de incapacitada judicial de la heredera ante el notario de
turno, y elevó, merced al perito "amigo", el valor patrimonial en más de seis veces para así lucrarse ilegitimamente y de paso, a sus cómplices.
¿Recuerda como se pavoneaba usted de la mordida dineraria que le había "levantado" a la Sra?
¿Recuerda como se pavoneaba usted de la mordida dineraria que le había "levantado" a la Sra?
La
exigencia moral y ética del tutor legal de defender al menor o al
incapaz es de obligadísimo cumplimiento especialmente cuando aquel
albacea, "diligente padre de familia" , hace de las suyas y
saquea el caudal relicto. Por mucho poder y/o notoriedad que tenga. Y en esto hemos trabajado sin descanso.
Hechos
como estos, repugnantes, y tan ciertamente vividos como la vida
misma, no pueden ni deben ser enjuiciados, declarados carentes de
cualquier valor,-radicalmente nulos-, y que el autor de tal
desaguisado sea declarado inocente por mor de un latigazo legal que
habla de una falta de legitimación pasiva.
Mandatario es y como tal, si su obra es nula, debe reintegrar el importe de los honorarios que, dicho sea de paso, se autocobró sin conocimiento y, en consecuencia, consentimiento de los herederos (¿apropiación indebida?). Así se hace constar en la sentencia de la Audiencia.
Mandatario es y como tal, si su obra es nula, debe reintegrar el importe de los honorarios que, dicho sea de paso, se autocobró sin conocimiento y, en consecuencia, consentimiento de los herederos (¿apropiación indebida?). Así se hace constar en la sentencia de la Audiencia.
Vamos
que el saqueador, autor confeso, no tendría que ser llamado a un
procedimiento iniciado por la representación legal del menor/incapaz
en defensa de su patrimonio: sentencia de primera instancia. En vez de un procedimiento, dos o tres.
Magnífica recompensa para el defraudador, vive Dios.
Y con la sentencia del recurso presentado ante la Audiencia ésta viene en condenar al albacea a devolver los honorarios más intereses y le hace el regalo envenenado de volver a hacer la partición.
Pretende el susodicho hijo de la mazmorra que se le condone la deuda a cambio de renunciar a su condición de albacea comisario contador y partidor. Ahora nos veremos en la tercera fase: veamos que aduce este homúnculo ante el Supremo al que quiere recurrir.
Recuerde usted, "diligente padre de familia", abogado en ejercicio:
Estamos defendiendo a una incapacitada que además es la heredera UNIVERSAL de todos los bienes. Condición que usted ocultó a sabiendas y que ha quedado demostrado y aceptado por usted en la vista verbal.
Usted ha lesionado gravemente, desde un punto de vista moral y patrimonial el caudal relicto. Lo patrimonial lo devolverá usted integramente, ahora, mañana o después pero el daño moral no tiene números a los que acomodarse. También le haré rendir cuentas de lo intangible.
La verdad dura un instante más, siempre, y la Vida pone a cada cual en su sitio.
Algo había acerca de los cochinos y San Martín. Pues eso.
Estoy sentado en el quicio de la puerta.
Y con la sentencia del recurso presentado ante la Audiencia ésta viene en condenar al albacea a devolver los honorarios más intereses y le hace el regalo envenenado de volver a hacer la partición.
Recuerde usted, "diligente padre de familia", abogado en ejercicio:
Estamos defendiendo a una incapacitada que además es la heredera UNIVERSAL de todos los bienes. Condición que usted ocultó a sabiendas y que ha quedado demostrado y aceptado por usted en la vista verbal.
Usted ha lesionado gravemente, desde un punto de vista moral y patrimonial el caudal relicto. Lo patrimonial lo devolverá usted integramente, ahora, mañana o después pero el daño moral no tiene números a los que acomodarse. También le haré rendir cuentas de lo intangible.
La verdad dura un instante más, siempre, y la Vida pone a cada cual en su sitio.
Algo había acerca de los cochinos y San Martín. Pues eso.
Estoy sentado en el quicio de la puerta.